7 de Noviembre de 2003 (?) Los socialistas vuelven a subir al poder y en la sala de reuniones más apartada del Parlamento, con un "Danger, peligro de aprender" colgada en la puerta; y un hombre rondando los sesenta con cascos enchufados a un walkman que limpiaba los muebles y armarios mientras escuchaba Radiolé, se reúne "La liga del mal" para trat... ¡mierda! No puedo poner La liga del mal, ese nombre ya está usado y seguro que me puede caer una demanda por propiedad intelectual.
A ver... dejadme pensar. "El club de los malos malísimos"... No; demasiado pomposo y light... "La liga de las mamonas a las que no les gusta el adobo ni la pavía". No. Demasiado largo. "El eje del mal". ¡Cachis! Este ya lo usaban España, Inglaterra y Estados Unidos en la Guerra de Irak. Ya... ¿Será posible que lo tenga? Creo que sí... (redoble de tambor) "Partido ExtraLiberal de Los Impresentables" al que llamaremos a partir de ahora el PELLI... Perfecto. Continuemos.
Pues el PELLI se encontraba reunido aquella lluviosa mañana de noviembre, maquinando malvados planes contra lo que más odiaban; la tradición sevillana y todo lo que estuviera alrededor de la misma. ¿Qué quién componía el PELLI? Gente de muy mala calaña, individuos que pretenden exterminar todo lo que huela mínimamente a rancio, gente de ciencias principalmente, teniendo en Reina Mercedes su radio de actuación; físicos, matemáticos, químicos, aunque no sólo científicos, también había individuos de comunicación y de todas las ramas de medicina, de educación y hasta de económicas; que pretendían dar un golpe de efecto al tradicionalismo sevillano y de esta manera conseguir tener mayor influencia en la sociedad sevillana actual. El problema que se les planteaba a este maligno grupo era qué hacer para conseguir esta ansiado poder en la ciudad; debía ser algo lo suficientemente impactante para no dejar a nadie indiferente.
-¿Qué os parece si eliminamos la Semana Santa? -Comentó un químico con decidida determinación
-No -Contestó el único de los asistentes que se encontraba de pie en la sala dando vueltas intentando pensar -Se nos echarían encima todos los comeadobos de Sevilla en el momento en el que mínimanete saliera la propuesta a la luz; quizás en unos años.
Los allí reunidos no dejaban de proponer ideas para llevar a cabo sus maléficos planes...
-¿La feria? -Propuso uno de Comunicación
-¡No hombre no! -Le contestó rápidamente un joven de informática -Que a mi me gusta y siempre voy de gañote a la caseta de mi suegro
-Cerremos los bares de la Plaza del Salvador -Sugirió un matemático de manera indignada
-Señores, tenemos que llevar a cabo un plan que sólo les afecte a ellos y cerrar los bares del Salvador nos afecta a TODOS -Sentenció el tipo que seguía de pie, que tras decir estas palabras se giró muy lentamente dándole la espalda a todos los que se encontraban sentados en la mesa, dirigiendo su mirada a un cuadro de la pared en el que se veía el Puente del Alamillo.
-Debemos darles donde más les duela pero de manera legítima
-Cobrémosles por visitar los edificios como la Catedral o el Alcázar -Sugirió un físico mientras golpeaba el puño contra la mesa
El tipo de pie se giró hacia ellos exclamando "¡Eso es! ¡La Giralda! ¿Cómo no hemos podido verlo antes?"
-Señores del PELLI, vamos a crear un edificio más alto que La Giralda en todas sus narices
-Pero no nos permitirán hacerlo -Protestó un biólogo de manera acalorada
El tipo que continuaba de pie se apoyó en la mesa con las dos manos mirando al biólogo con una sonrisa maléfica en el rostro
-Sí, porque lo haremos fuera del centro, pero lo suficientemente cerca para que en todas las fotos que hagan los japoneses de nuestra ciudad, aparezca nuestro edificio. Lo haremos en la Cartuja, a sólo dos kilómentros del núcleo urbano, todo legal, todo perfecto...
Los asistentes en la reunión se fueron mirando unos a otros y poco a poco empezaron a soltar unas risillas de incredulidad y excitación que poco a poco se fueron convirtiendo en un estruendo de carcajadas malévolas ante el duro golpe que estaban a punto de dar a Sevilla.
Lo que nadie sabía, es que el hombre sesentón, hacía ya rato que había dejado de escuchar Radiolé y no había perdido detalle de lo que allí se había tratado. Aquel hombre fue consciente de que Sevilla, tal y como la conocíamos podía estar llegando a su fin; si conseguían construir un edificio más alto que la Giralda, qué o quién impediría hacer otro, y otro...
Aquel hombre no era un tipo cualquiera, aquel hombre pertenecía, o mejor dicho perteneció, puesto que hacía años que se habían disuelto, al mayor grupo de protección de las costumbres sevillanas, creado en el año 1992 poco antes de que la Expo fuera inaugurada; ese hombre pertenecía ni más ni menos que a "La Liga de la Cruz del Campo" Que se disolvió hace años por problemas internos entre sus miembros, ya que a algunos no les llenaba la satisfacción altruista de ayudar a la ciudad, algunos se casaron y su vida cotidiana no era compatible con la de súper-héroe sevillano; otros, la gran mayoría, habían conseguido importantes puestos políticos y habían sucumbido al poder del dinero. Y aquel limpiador de armarios y muebles que había pasado inadvertido durante toda la reunión era en realidad "Súper Híspalis" y no tenía tiempo que perder. Debía ponerse en contacto con los dos únicos miembros de La Cruz del Campo en los que todavía podía confiar; "La Capitana Serva La Bari" y "Pavía Man" antes de que fuera demasiado tarde.
En la actualidad, estos tres super-héores sevillanos están tratando de evitar lo inevitable ya que no cuentan con la ayuda suficiente para detener ese diabólico proyecto. Esperemos que los miembros de La Liga de la Cruz del Campo que renunciaron vuelvan a unirse para intentar evitar la construcción de la Torre Pelli; mientras, ésta, gigantesca monstruosidad sigue avanzando en el horizonte.
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