Cual espada en ristre, alzó su botellín salpicándonos levemente y señalándonos con él al tiempo que nos decía
"Que no, que no y que no. Que no puede ser, que la cosa está mu´mala, que nos tienen asfixiados por todos lados y esto ya no hay quien lo aguante. Entre una cosa y otra es que no salimos palante, que el Rajoy este parece Messi, namás que hace recortar y recortar, a ver cuando le da por recortar en el precio de la cerveza, que no está la cosa para pagar 1,40 la caña, y veremos a ver si me llega para este botellín, que estoy muy tieso, que te encuentras 20 céntimos en un bolsillo y es como si te encontraras un tesoro.
Yo no se ustedes, pero el otro día fui al cine y me pidieron un aval; fite tu si está la cosa chunga. En el currículum tengo puesto que soy echador profesional de quinielas semanalmente y esporádicamente de Euromillones y Primitivas; además de alimentador de aves quasidiariamente en Puerta Jerez, a ver si hay suerte y me llaman de algún lado, aunque sea cobrando en negro, que no es lo mismo que cobrando de un negro, que luego malinterpretamos y nos llevamos los sustos.
Y ahora que digo negro, aquí los únicos que ganan dinero son los chinos, un día tienen una tiendecita donde te venden fruta y al otro la tienda ocupa una esquina entera y lo mismo te vende fruta que ropa que complementos que alcohol. más de una vez he pensado en hacerme chino, pero eso de comer arroz blanco todos los días no va conmigo, a mi me gusta más la paella o con perdiz; así sólo está más saborío que un cubata con Pepsi.
Eso otra cosa, yo no se como no se le cae la cara de vergüenza al tío que te pide 7 euros por un cubata de ron "la patata" que ni se sabe de donde es y lo malo que está, pero más malo aún si te lo sirven en vaso de tubo; esta clase de individuos nos está incitando al gintonicsmo en copa de balón, por que eso de estar por ahí con el refresquito en la mano es un coñazo mu grande.
En fin, nos vamos a ir ya que ya es hora y a mi me está esperando en casa una tortilla de papas con ajo y perejil de las que quitan tó el sentío, y no soy yo quien para hacerla esperar"
Después de escuchar esta retahíla de sinsentidos y al mismo tiempo verdades absolutas, no nos quedó otra que invitarle al botellín.
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