La luna a mi me contaba
en una noche cualquiera,
que quería ir a Sevilla
sin esperar la primavera
No aguantaba más las ganas
de disfrutar de su vida.
Que desde el cielo la miraba
y se moría de envidia.
Ver como todos la mimaban
se impregnaban de su luz
y embriagaban de su aroma...
¡No podía retrasarlo más!
Y esta noche, Silenciosa,
su sueño por fin ha cumplido.
Ya ha visitado Sevilla,
acompañada del Giraldillo.
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