
Pero si hay algo que me inspira para escribir a parte de la falta de sueño es Sevilla. No me canso de perderme por sus callejuelas llenas de encanto; y cuando digo perderme es perderme; que me meto por la Alfalfa o Santa Cruz y nunca se por donde voy a salir. Tengo que reconocer que me fascina el brillo que emana el río cuando paseas, valga la redundancia, por el Paseo Colón del Puente de San Telmo hasta el de Triana; es casi como algo hipnótico.
Por la noche el centro está como apagado, alguno que otro en bici, no se oyen músicos callejeros, los bares cerrando aunque haya algunos que quieran apurar su jarra de cerveza a 1 euro en los "100 Montaditos" y se resistan a abandonarlo... no es lo mismo... es otra historia; (aunque no deja de tener su encanto ver la Giralda iluminada por los focos).
Sevilla se disfruta por el día, es así, así lo creo yo. Y ya sin más me despido recordando que mañana nos vemos donde siempre para tomarnos unas cervezas que ahoguen la sed de este blog y refresquen mi garganta; a la primera invito yo ;)
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