Nunca he conseguido descubrir en qué momento me quedo dormido cada noche, lo intento pero no, no hay manera, luego lo pienso y me digo que tampoco pasa nada, total qué mas da...
Puedes ser lo que quieras... Encontrar la solución a la crisis mundial, convertirte en ingeniero aeroespacial y construir una nave capaz de darle la vuelta al universo, componer las melodías más bellas que serán interpretadas en un teatro, escribir versos de los que Bécquer sentiría envidia, inventar regates nuevos y habilidosos jamás visto en un campo de fútbol, componer canciones, improvisar monólogos, encontrar la fórmula de la felicidad, una manera de volverse millonario, una comida innovadora, lo que quieras... y todo ello sin salir de tu cama; "¿Soñando tal vez?" Podría ser, pero no, no me refiero a los sueños.
Las ideas, las mejores ideas que conseguiréis tener jamás serán las que os pasen por la mente justo en esa milésima de segundo antes de quedaros dormido. En ese casi imperceptible momento llegaréis a conclusiones metafísicas que ni siquiera sabíais que tendríais, ideas geniales de las que os pueden hacer ganar mucho dinero, ideas que a la mañana siguiente se habrán desvanecido. Lo normal es que ni si quiera os acordéis de que tuvisteis esa idea, y en el caso de que así fuera, trataríais por todos los medios de recordarlo, será imposible, nunca más volverá, pero por un pequeñísimo momento, fuisteis capaces de todo, capaces de... no se como acabar este párrafo, puede que esta noche, justo antes de quedarme dormido, se me ocurra algo.
